VAMOS!

Viví casi toda mi vida en territorio enemigo en épocas de mundial. Mi casa era como una especie de fortaleza albiceleste plantada en un ambiente verdeamarelo. Duro, durísimo.
Tengo recuerdos de hinchar como locos en casa. De discutir con los compañeros de la escuela, de aguantar las gastadas. De no poder festejar plenamente cuando la cosa salía bien para nuestro lado.
En el 2006 me vine a vivir de vuelta a Buenos Aires. Era año de mundial y me acuerdo de escuchar los gritos de GOL de los vecinos cuando la selección argentina anotaba. Solo ahí me avivé que estaba en la tranquilidad del suelo nacional, que esa exaltación me pertenecía - y que yo pertenecía a ella. Fue un momento muy lindo.
Hoy, ocho años más tarde, celebro el primer mundial casada, el primer mundial en nuestra casa. Obviamente, salió asado, salió Fernet, salió Malbec. Y, mientras brindábamos por la victoria, me acordé que justo hoy, en Brasil, es el día de los enamorados. Así que pusimos en marcha otro chinchin.
Ahora estoy trabajando sola desde casa. Silencio absoluto. Sé que juega Brasil contra Croacia. De repente, escucho el vecindario bramando y me río sola cuando leo por internet que Brasil metió gol contra. Es algo muy argento, supongo, pero en el fútbol no podría hinchar por Brasil jamás. En todo lo demás, banco a morir.
Acompaño las repercusiones por facebook. Mis amigos brasileros que más protestaron por los problemas de los preparativos para el Mundial (hubo mucha polémica, desvío incalculable de dinero, obras inacabadas), claramente no pudieron resistir y muestran felices sus fotos de apoyo a los canarinhos.
Del lado de los contactos argentinos, mucha esperanza y pesimismo mezclados (Sabato decía que el pesimista más auténtico necesita tener esperanzas para poder, en seguida, tener razones para desilusionarse). Todas las reacciones me divierten.
Sí, ya sé que el evento es una fiesta comercial. Que despierta hipocresías, incoherencias. Pero bueno, lo mismo ocurre con Navidad, día de la madre, día de los enamorados...Y uno, si puede, brinda igual. Seamos honestos.
Así que le deseo lo mejor a nuestra selección Argentina y, obviamente, que salgamos campeones en Brasil.
Sería hermoso (sobre todo porque estoy acá)!


el humor de Tute me gusta para todo ultimamente
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