Pregunta difícil. Respuesta fácil.
La ratita suspiró y le preguntó con cara de desolación:
_ Por que hay días que son tan difíciles?
El ratoncito romántico respondió abrazándola:
_ Y bueno mi amor es que, por suerte, a veces hay días muy fáciles.
La ratita sonrió. El ratoncito no se había equivocado.