Bañarse dos veces en el mismo libro

Me cuesta releer las novelas que más me gustan. El temor a que la relectura les quite encanto. La certeza de saber que uno no puede bañarse dos veces en el mismo libro. Sin embargo, inconsciente y consciente a veces se cruzan, y en ese encuentro hay cosas que no quedan del todo claras. Para hacer un rescate completo hoy releo. Se unen mis dos libros favoritos de Alessandro Baricco: Océano Mar, que leí en 1997, cuando tenía 16 años, y Mr. Gwyn que leí hace cinco años.


En Océano Mar, mi personaje favorito es el pintor Plasson. Un retratista exitoso, convencido de que una vez que se han dibujado los ojos de una persona todo lo demás sale por sí mismo. En un determinado momento de su vida decide pintar el mar, pero no logra encontrarle sus ojos. No logra encontrar ese principio de todo. "El mar es difícil", dice.



El protagonista de Mr Gwyn es Jasper Gwyn, un autor que de pronto decide no escribir más libros. Todo va muy bien con su decisión hasta que empieza a sentir un "desasosiego". Le resulta molesto admitir pero extraña "el acto de escribir y el cotidiano cuidado con el poner en orden pensamientos en la forma rectilínea de una frase". Después de un tiempo tratando de resolver su dilema decide hacer retratos. Escribir retratos.


Uniéndolos así parece muy obvio, pero recién me doy cuenta de la conexión. Dos libros favoritos, dos personajes favoritos, un anhelo en común. El de ellos, y el mío.

Toda mi vida hice retratos de las personas que voy conociendo. No los dibujo, ni pinto. Me gusta escribirlos, aunque sea mentalmente. Me gusta conocer, escuchar, chusmear, ver cómo se construyen y se modifican los bocetos. A veces la gente me dice "no puedo creer que te acuerdes que te conté eso". Sí que me acuerdo, claro que me acuerdo. Está ahí, en tu retrato.

Lo hago por placer, tal vez por una necesidad. Así son los anhelos, no tienen mucha explicación, creo. De cierto modo también lo convertí en trabajo. Estudié comunicación pensando que quería ser periodista de las que comparten noticias. Enseguida me di cuenta que lo mío era buscar algo menos perecedero. Las entrevistas cara a cara se convirtieron en la parte favorita de mi carrera.

Plasson le busca los ojos al mar. A Jasper Gwyn lo inspira "llevar de regreso a casa a alguien" con sus retratos. Por mi parte puedo decir que cada vez me gusta más buscar dónde empiezan las personas, qué desean o qué buscan desear. Quizás para llevarlas hacia algún lado. Quizás para regresar hacía mí misma.


PD: En la primera foto hay tres libros porque tengo dos ediciones de Oceano Mar. La que leí cuando tenía 16 está en portugués, porque en esa época vivía en Brasil. En Buenos Aires me conseguí la versión en castellano, editada por Anagrama. Ahora que lo pienso, si el libro que releí está en otro idioma, ¿es el mismo libro?
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