Ropa exterior
Ayer, mientras esperábamos para
comprar las entradas en el Centro Cultural Recoleta, no pude dejar de
admirar los murales pintados de cada patio. Sobre todo el que está
enfrente a la boletería de Hombre Vertiente, evento al que queríamos
acceder.
Y, como en todo, vi muchas posibles historias. Vi un cuento.
Por
ejemplo, que una señora muy pícara decidió que quería volar en su globo
de retazos y, como ya no le quedaba más tela, apeló para el final con
todo lo que podía y no podía.
Como la ropa interior de alguna chica distraída :o)